Este es mi pueblo, donde nací y donde se han quedado parte de mis sentimientos. Sé que nunca me recordarán por lo que te he querido a ti, pueblo mío, pero un día llevaré conmigo el recuerdo de tus riscos, La Zula y Abrante, con sus sombras que me abrazan y me acarician. También me acompañarán las imágenes de tu cielo azul y el ruido del mar en el Callao, el canto de las ranas al anochecer y el de los pájaros en tu risco al amanecer. Imposible borrar de mi memoria la plaza junto a tu Iglesia, circuito de los juegos de mi niñez, mis novias imaginarias, las fiestas de San Marcos y de Las Mercedes, con sus ventorrillos adornados con hojas de palmeras, tus calles empedradas, que asocio con el olor al brezo y al mastranto en los días del Corpus, el campo de fútbol, el Lamero y tantos y tantos rincones desde El Charco a Las Casas, terminando en La Montañeta.
Fue precisamente aquí, en La Montañeta, donde soñé por primera vez y tejí todas las ilusiones de mi infancia; algunas ya se han perdido, al borrarse de mi memoria, con el paso del tiempo. Se mantienen intactas, en cambio, otras como el olor a dulces en las vísperas de las fiestas, los amigos, algunos de los cuales ya se han ido pero dejaron su sitio en mi corazón, las mujeres que esperaban en el pescante el regreso de los barcos para que sus esposos e hijos almorzaran, mientras todos los chicos nos bañábamos, los asados de papas y las parrandas, el barrio de Lepe donde tanto pan repartí, etc. Tantos lugares, momentos, personas y experiencias han hecho de mí lo que realmente soy y por ello me resulta imposible borrarlos de mi vida interior. Por eso, aunque el sol mañana volverá a brillar yo no dejaré de mirar atrás, cada cierto tiempo, para rememorar los sueños que al regazo de ti, pueblo mío, me hacen vivir y ser feliz.
Nadie podrá saber lo que realmente has significado en mi vida y el nivel de mis sentimientos hacia ti, pueblo mío. Son muchos, muchísimos, los lugares que podemos encontrar en el mundo y que los hacen únicos, extraordinarios, exclusivos, hermosos, etc, pero ninguno logrará generar en mi interior los sentimientos, las sensaciones y las emociones que tú, pueblo mío, me regalas diariamente. Ese es el motivo por el que llevo grabado y enmarcado en mi corazón la imagen de ti, Agulo, “Bombón de La Gomera”.
